
Personajes míticos de la Navidad Cristiana
La imagen de Santa Claus, viejecito regordete y sonriente que trae regalo a los niños buenos. El día de Navidad tuvo su origen en la historia de San Nicolás.
San Nicolás fue obispo de Mira, Licia en el siglo IV. 325 D.C. sus reliquias parece que fueron trasladadas en 1087 a Bari, donde se conservan en un sarcófago del que emana un bálsamo al que se atribuyen efectos milagrosos.
Existen varias leyendas que hablan acerca de la vida de este santo:
En la época romana un jefe de guardia llamado Marco quería vender como esclavo a un niño muy pequeño llamado Adrián, y Nicolás se lo impidió. En otra ocasión el mismo jefe de guardia quería apoderarse de unas jovencitas si su padre no pagaba una deuda. Nicolás se enteró del problema y decidió ayudarlas. Tomó tres sacos llenos de oro y en la noche de Navidad, en plena oscuridad, llegó hasta la casa y arrojó los sacos por la chimenea, salvando así a las muchachas.
Los cristianos de Alemania tomaron la historia de los tres sacos de oro echados por la chimenea en día de Navidad. Fue así como surgió la historia de Santa Claus, viejecito sonriente, vestido de rojo, que entra por la chimenea el día de Navidad, para dejar regalos a los niños buenos.
En este sentido, la Navidad es un tiempo propicio para imitar a San Nicolás en sus virtudes.
La imagen de Santa Claus, viejecito regordete y sonriente que trae regalo a los niños buenos. El día de Navidad tuvo su origen en la historia de San Nicolás.
San Nicolás fue obispo de Mira, Licia en el siglo IV. 325 D.C. sus reliquias parece que fueron trasladadas en 1087 a Bari, donde se conservan en un sarcófago del que emana un bálsamo al que se atribuyen efectos milagrosos.
Existen varias leyendas que hablan acerca de la vida de este santo:
En la época romana un jefe de guardia llamado Marco quería vender como esclavo a un niño muy pequeño llamado Adrián, y Nicolás se lo impidió. En otra ocasión el mismo jefe de guardia quería apoderarse de unas jovencitas si su padre no pagaba una deuda. Nicolás se enteró del problema y decidió ayudarlas. Tomó tres sacos llenos de oro y en la noche de Navidad, en plena oscuridad, llegó hasta la casa y arrojó los sacos por la chimenea, salvando así a las muchachas.
Los cristianos de Alemania tomaron la historia de los tres sacos de oro echados por la chimenea en día de Navidad. Fue así como surgió la historia de Santa Claus, viejecito sonriente, vestido de rojo, que entra por la chimenea el día de Navidad, para dejar regalos a los niños buenos.
En este sentido, la Navidad es un tiempo propicio para imitar a San Nicolás en sus virtudes.
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