viernes, 11 de diciembre de 2009


Los Reyes Magos
En Occidente se celebra con esta fiesta la revelación de Jesús al mundo pagano, la verdadera Epifanía. La celebración gira en torno a la adoración a la que fue sujeto el Niño Jesús por parte de los tres Reyes Magos (Mt 2 1-12) como símbolo del reconocimiento del mundo pagano de que Cristo es el salvador de toda la humanidad.
Los tres Reyes Magos, magos, hombres poderosos y sabios, posiblemente reyes de naciones al oriente del Mediterráneo, hombres que por su cultura y espiritualidad cultivaban su conocimiento de hombre y de la naturaleza esforzándose especialmente por mantener un contacto con Dios. Sabemos por el pasaje bíblico que vinieron de Oriente y que como regalo trajeron incienso, oro y mirra; de la tradición de los primeros siglos se nos dice que fueron tres reyes sabios: Melchor, Gaspar y Baltasar. Hasta el año de 474 A.D. sus restos estuvieron en Constantinopla, la capital cristiana más importante en Oriente; luego fueron trasladados a la catedral de Milán (Italia) y en 1164 fueron trasladados a la ciudad de Colonia (Alemania), donde permanecen hasta nuestros días.
El hacer regalos a los niños el día 6 de enero corresponde a la conmemoración de la generosidad que estos magos tuvieron al adorar al Niño Jesús y hacerle regalos tomando en cuenta “lo que hiciereis con uno de estos pequeños, a mi me lo hacéis” (Mt 25, 40); a los niños haciéndoles vivir hermosa y delicadamente la fantasía del acontecimiento y a los mayores como muestra de amor y fe a Cristo recién nacido.

Personajes míticos de la Navidad Cristiana
La imagen de Santa Claus, viejecito regordete y sonriente que trae regalo a los niños buenos. El día de Navidad tuvo su origen en la historia de San Nicolás.
San Nicolás fue obispo de Mira, Licia en el siglo IV. 325 D.C. sus reliquias parece que fueron trasladadas en 1087 a Bari, donde se conservan en un sarcófago del que emana un bálsamo al que se atribuyen efectos milagrosos.
Existen varias leyendas que hablan acerca de la vida de este santo:
En la época romana un jefe de guardia llamado Marco quería vender como esclavo a un niño muy pequeño llamado Adrián, y Nicolás se lo impidió. En otra ocasión el mismo jefe de guardia quería apoderarse de unas jovencitas si su padre no pagaba una deuda. Nicolás se enteró del problema y decidió ayudarlas. Tomó tres sacos llenos de oro y en la noche de Navidad, en plena oscuridad, llegó hasta la casa y arrojó los sacos por la chimenea, salvando así a las muchachas.
Los cristianos de Alemania tomaron la historia de los tres sacos de oro echados por la chimenea en día de Navidad. Fue así como surgió la historia de Santa Claus, viejecito sonriente, vestido de rojo, que entra por la chimenea el día de Navidad, para dejar regalos a los niños buenos.
En este sentido, la Navidad es un tiempo propicio para imitar a San Nicolás en sus virtudes.

Celebraciones Litúrgicas


Celebración Litúrgica
Para el catolicismo, la Navidad no solo es un día de fiesta, sino una temporada de fiestas, y de la misma forma que la Pascua, contiene un tiempo de preparación llamado Adviento que son los cuatro domingos antes del 25 de diciembre.
Es costumbre que se celebren varias misas en Navidad, con distinto contenido según su horario. Así, la noche anterior (Nochebuena) aunque sea domingo, se reza la famosa Misa de Gallo o Misa de Medianoche. Y la Misa de Mediodia; en la que es costumbre que antes o después de ella, el Papa dé un mensaje de Navidad a todos los fieles del mundo, este mensaje es conocido como Urbi et Orbi (en latín; a la Ciudad de Roma y al Mundo).Posterior a la celebración del 25 de diciembre de protomártir (26 de diciembre), san Juan Evangelista (27 de diciembre), los Santos Inocentes (28 de diciembre), la Sagrada Familia (domingo siguiente a la Navidad o 29 de diciembre, si la Navidad cae en domingo), María Madre de Dios (1 de enero), la Epifanía que se celebra el 6 de enero, y el Bautismo de Nuestro Señor (Domingo siguiente de Epifanía), con el que termina el tiempo litúrgico de la Navidad.
Los Colores Litúrgicos
Los colores: Verde, blanco.
El color Verde: Simboliza la esperanza. Es usado después de Navidad hasta Cuaresma, y después de la Pascua hasta el Adviento. Es tiempo de esperanza por la venida del Mesías y por la Resurrección salvadora respectivamente. Este tiempo se conoce como Tiempo Ordinario dentro del calendario litúrgico.El color blanco expresa alegría y pureza. Por eso se usa en los oficios y Misas del Tiempo Pascual y de Navidad.
Tradiciones y costumbres
Son una manera de hacer presente lo que ocurrió o lo que se acostumbraba a hacer en tiempos pasados. Son los hechos u obras que se transmiten de una generación a otra de forma oral o escrita para darlas a conocer y vivirlas intensamente a manera de evangelización.


Los pesebres, Belenes o Nacimientos
En el año 1223 San Francisco de Asís dio origen a los pesebres o nacimientos que actualmente conocemos, popularizando entre los laicos. Consisten en la representación del nacimiento de Jesús, mediante una maqueta de Belén en que las figuras principales es la gruta en donde nació Jesús, la Sagrada Familia, los animales y los pastores, los tres reyes magos y una estrella con una estela.
Los villancicos favorecen la participación en la liturgia de Adviento y de Navidad. Cantar villancicos es un modo de demostrar nuestra alegría y gratitud a Jesús y ayuda a la preparación del corazón para el acontecimiento de la Navidad.
Las Posadas son una serie de fiestas populares, que recuerdan el trayecto de san José y la Virgen María para llegar a Belén. Estas celebraciones tienen lugar del 16 al 24 de diciembre en México y países vecinos.
Las Piñatas consiste en una olla de barro adornada con siete picos o figuras de cartón adornadas, ambas rellenas de dulces, fruta y en ocasiones juguetes y confeti, que se rompen en cada uno de los días de las Posadas.El significado de las piñatas se refiere básicamente a la lucha de la otra vida, del bien contra el mal, en la que el mal es representado por la piñata. Los siete picos de la piñata representan los siete pecados capitales, mientras que el palo es el evangelio. La costumbre de vendarse los ojos simboliza la fe ciega.
Los alumbrados navideños consisten en alumbrar las calles más concurridas con adornos llamativos y con árboles y belenes.
Las tarjetas de Navidad impresas era con la única intención de poner al alcance del pueblo la representación del Nacimiento de Jesús dar las felicitaciones y buenos deseos.
El Árbol de Navidad
Cuentan que San Bonifacio plantó un pino para evangelizar, simbolizando el amor perenne de Dios y lo adornó con manzanas y velas, dándole un simbolismo cristiano: las manzanas representaban las tentaciones; las velas representaban a Cristo, la luz del mundo. Esta costumbre se difundió por toda Europa en la Edad Media y con las conquistas y migraciones llegó a América.
Poco a poco la tradición fue evolucionando: se cambiaron las manzanas por esferas y las velas por focos que representan la alegría y la luz que Jesucristo trajo al mundo.
Las esferas actualmente simbolizan las oraciones que hacemos durante el periodo de Adviento. Las esferas azules son oraciones de arrepentimiento, las plateadas de agradecimiento, las doradas de alabanza y las rojas de petición.
Se acostumbra poner una estrella en la punta del pino que representa la fe que debe guiar nuestras vidas.También se suelen poner adornos de diversas figuras en el árbol de Navidad. Estos representan las buenas acciones y sacrificios, los “regalos” que le daremos a Jesús en la Navidad

Celebración Litúrgica
Para el catolicismo, la Navidad no solo es un día de fiesta, sino una temporada de fiestas, y de la misma forma que la Pascua, contiene un tiempo de preparación llamado Adviento que son los cuatro domingos antes del 25 de diciembre.
Es costumbre que se celebren varias misas en Navidad, con distinto contenido según su horario. Así, la noche anterior (Nochebuena) aunque sea domingo, se reza la famosa Misa de Gallo o Misa de Medianoche. Y la Misa de Mediodia; en la que es costumbre que antes o después de ella, el Papa dé un mensaje de Navidad a todos los fieles del mundo, este mensaje es conocido como Urbi et Orbi (en latín; a la Ciudad de Roma y al Mundo).Posterior a la celebración del 25 de diciembre de protomártir (26 de diciembre), san Juan Evangelista (27 de diciembre), los Santos Inocentes (28 de diciembre), la Sagrada Familia (domingo siguiente a la Navidad o 29 de diciembre, si la Navidad cae en domingo), María Madre de Dios (1 de enero), la Epifanía que se celebra el 6 de enero, y el Bautismo de Nuestro Señor (Domingo siguiente de Epifanía), con el que termina el tiempo litúrgico de la Navidad.
Los Colores Litúrgicos
Los colores: Verde, blanco.
El color Verde: Simboliza la esperanza. Es usado después de Navidad hasta Cuaresma, y después de la Pascua hasta el Adviento. Es tiempo de esperanza por la venida del Mesías y por la Resurrección salvadora respectivamente. Este tiempo se conoce como Tiempo Ordinario dentro del calendario litúrgico.El color blanco expresa alegría y pureza. Por eso se usa en los oficios y Misas del Tiempo Pascual y de Navidad.

La Navidad
Navidad proviene del latín: nativitas, nacimiento de Jesús de Nazaret
Esta fiesta hizo su aparición en la Iglesia Católica, no fue por las enseñanzas del Nuevo Testamento. No fue por la Biblia. La navidad se introdujo en la iglesia, proveniente del paganismo. La Iglesia en su misión de ir por el mundo llevando la Buena Nueva ha querido dedicar un tiempo a profundizar, contemplar y asimilar el misterio de la encarnación del Hijo de Dios; a este tiempo lo recordamos vivo y descubrimos que Dios se hizo hombre y que habita entre nosotros.
Así como el sol despeja las tinieblas durante el alba, la presencia de Cristo irrumpe en las tinieblas del pecado del mundo para mostrarnos el camino a seguir con su luz que es la verdad de nuestra existencia.
Por ello la Navidad busca que todos los feligreses podamos renovarnos y vivir esta riqueza real y profunda que Dios esta en nosotros.

EL TIEMPO DE ADVIENTO

El Adviento es el comienzo del Año Litúrgico, comprende las cuatro semanas antes de la Navidad y empieza el domingo más cercano al 30 de noviembre y termina el 24 de diciembre. El color de este tiempo es el morado, que simboliza, austeridad y penitencia. Y tiene el propósito de avivar en los creyentes la espera del señor.
Podemos decir que se divide en dos partes: desde el primer domingo al 16 de diciembre, que es la preparación a la llegada definitiva del Señor, al final de los tiempos, cuando vendrá para coronar definitivamente su obra redentora. Dando a cada uno según su obras.
La venida del Señor presenta tres dimensiones.
- Adviento Histórico: Abarca todo el Antiguo Testamento.
- Adviento Místico: Que es la preparación moral del Hombre de Hoy a la venida del Señor. Es un Adviento actual. Es tiempo propicio para la evangelización y la oración, es la disposición del hombre, a aceptar la salvación que viene del Señor. El Adviento entendido así, es de suma actualidad e importancia.
- Y Adviento como preparación a la llegada definitiva del Señor, al final de los tiempos, llamado Escatológico. Es la aceptación de la felicidad eterna que Jesús nos dio como nuestro salvador.

Esta celebración en todas sus dimensiones manifiesta cómo todo el tiempo gira alrededor de Cristo, el mismo ayer, hoy y siempre; Cristo el Señor del Tiempo.

El significado de Adviento proviene del Latín ad-venio, llegar.
Su origen histórico, no se sabe exactamente cuando fue introducido en la iglesia.
La preparación para la fiesta no debió ser anterior a la existencia de la misma, y de esta, no hay evidencia antes del final del siglo IV.
En el 581 un sínodo desarrollado en Macon, en la Galia, en su canon noveno, ordena que desde el 11 de noviembre, hasta la navidad, el sacrificio sea ofrecido de acuerdo al rito cuaresmal. Y anota cinco domingos para el tiempo.
San Gregorio el grande en el (590-604) en su colección de homilías empieza con un sermón para el 2º. Domingo de Adviento.
En el (650) el Adviento era celebrado en España por 5 domingos.
Varios sínodos hicieron cánones sobre los ayunos en este tiempo, y prohibían la celebración del matrimonio.
El Papa San Gregorio VII (1073-1085) reduce a cuatro semanas este tiempo.
Conforme al uso actual (1910) es un tiempo litúrgico que comienza en el domingo más cercano a la fiesta de San Andrés Apóstol,
Abarca cuatro domingos.

Los personajes del Adviento:
- Isaías: figura de espera por la salvación
- Juan Bautista: figura de preparación
- María: Virgen de la esperanza y Madre del Salvador.

La figura de la espera ISAÍAS

Es el profeta por excelencia del tiempo de la espera; está asombrosamente cercano, es de los nuestros, de hoy. Lo está por su deseo de liberación, su deseo de lo absoluto de Dios; lo es en la lógica bravura de toda su vida que es lucha y combate; lo es hasta en su arte literario.
Es uno de esos violentos a los que les es prometido por Cristo el Reino.
Encontramos en Isaías ese poder tranquilo e inquebrantable del que está poseído por el Espíritu que como anuncia, sin otra alternativa lo que le dicta el Señor.
Su religiosidad atribuye a Dios su fortuna política y su religión. Espera de él nuevos éxitos. Isaías inspirado por su Dios supera situaciones y fue arrebatado por el Señor en (740), cuando estaba en el templo, con los labios purificados por una braza traída por un serafín.
A partir de ese momento Isaías ya no se pertenece, se convierte en un predicador moralizante al servicio de Dios que para siempre en el gran anunciador de la Parusía, “La venida de Yahvé”. Isaías predice los cataclismos que se desencadenarán en el día de Yahvé. (Isaías 2-,1-17) Ese día será para Israel el día del Juicio.

La figura de la preparación: JUAN BAUTISTA
El anuncio del nacimiento de Juan es solemne, con la aparición del ángel del Señor. Se realiza en el marco litúrgico del templo. Desde la designación del nombre del niño, “Juan”, que significa “Yahvé es favorable”, todo es concreta preparación divina del instrumento que el Señor ha elegido.

Su llegada no pasará desapercibida y muchos se gozarán en su nacimiento (Lc 1, 14); será un niño consagrado y como lo prescribe el libro de los Números (6, 1), no beberá vino ni licor fermentado. Juan es ya signo de su vocación de asceta. El Espíritu habita en él desde el seno de su madre. A su vocación de asceta se une la de guía de su pueblo (Lc 1, 17)
Precederá al Mesías, papel de Malaquías (3, 23) atribuía a Elías. Su circuncisión, hecho característico, muestra también la elección divina: El Señor es quien le ha elegido, es él quien dirige todo y guía a su pueblo.
El nacimiento de Juan es motivo de un admirable poema, que, a la vez, es acción de gracias y descripción del futuro papel del niño. Este poema lo canta la Iglesia cada día al final de los Laúdes reavivando su acción de gracias por la salvación que Dios le ha dado. Y en reconocimiento porque Juan sigue mostrándole “El camino de la paz”
Lucas resume en una frase toda la actividad de Juan: “Anunciaba al pueblo la Buena Noticia” (Lc 3, 18) Él fue el primero quien anunció al Cordero de Dios, llamándolo así por vez primera. Él bautizó en el Jordán al autor del bautismo, y el agua viva tiene desde entonces poder de salvación para los hombres. Y él dio, por fin, su sangre como supremo testimonio por el nombre de Cristo”

Virgen de la esperanza y Madre del Salvador: VIRGEN MARIA
La primera venida del Señor se realizó gracias a ella. Y, por ello, todas las generaciones le llamamos Bienaventurada.
Sobre el papel de la Virgen María, en la venida del Señor, la liturgia del Adviento nos ofrece prepararnos con alegría al Misterio de su Nacimiento para encontrarnos así, cuando llegue, velando en oración y cantando su alabanza.
En ella, madre de todos los hombres, la maternidad, redimida del pecado y de la muerte, se abre al don de una vida nueva. Por eso nosotros, mientras esperamos la venida de Cristo, unidos a los ángeles y a los santos, cantamos el himno de tu gloria… Santo, santo, santo, es el Señor Rey del Universo, llenos están el cielo y la tierra de tu Gloria, Hosanna en el Cielo, Bendito el que viene en nombre del Señor, Hosanna en el Cielo.
La Virgen Inmaculada fue y sigue siendo el personaje de los personajes del Adviento: de la venida del Señor. Por eso, cada día, durante el Adviento, se evoca, se agradece, se canta, se glorifica y enaltece aquella que fue la que accedió libremente a ser la madre de nuestro Salvador “el Mesías, el Señor” (Lc 2, 11).
A partir de la segunda parte del Adviento, la preponderancia de la Madre Inmaculada es tan grande, que ella aparece como el centro del Misterio preparado e iniciado. Así, las lecturas evangélicas del IV Domingo, en los tres ciclos, están dedicadas a María. Y en las misas propias de los días 17 al 24, todo gira alrededor de ella. Y con razón.
El ángel Gabriel saludó a María, diciendo: Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo, bendita tú entre las mujeres. “Mirad: la Virgen ha concebido y dará a luz un hijo, y le pondrá por nombre Emmanuel.
La presencia de la Virgen es constante en los Oficios de Adviento, así como en el recuerdo de la primera venida de su Hijo y en la tensión de su vuelta al final de los tiempos.


ESQUEMA PRÁCTICO:

I DOMINGO.- es la vigilancia en espera de la venida gloriosa de Cristo.
Durante esta primera semana las lecturas bíblicas y la predicación son una invitación con las palabras del Evangelio: Velen y estén preparados, que no saben cuándo llegará el momento”. En esta semana nos proponemos a revisar nuestras relaciones para buscar el perdón de quienes hemos ofendido y darlo a quienes nos hayan ofendido para comenzar el Adviento viviendo en un ambiente de armonía y amor familiar.
Y también en familia y en cada comunidad parroquial, encenderemos la primera vela de la corona de Adviento, color morada, como signo de vigilancia y deseos de CONVERSION.

II DOMINGO.- la conversión, nota predominante de la predicación de Juan Bautista.
Durante la segunda semana, la liturgia nos invita a reflexionar con la exhortación de Juan Bautista: “Preparen el camino, Jesús llega” y, qué mejor manera de prepararlo que buscando ahora la reconciliación con Dios.
La iglesia nos invita a acudir al sacramento de la confesión que nos devuelve la amistad con Dios, que habíamos perdido por el pecado.
Encenderemos la segunda vela morada de la Corona de Adviento, como signo del proceso de conversión que estamos viviendo.

III DOMINGO.- el testimonio, que María, la Madre del Señor, vive, sirviendo y ayudando al prójimo. Nos disponemos a vivir en esta tercera semana de Adviento, meditando acerca del papel que la Virgen María desempeñó. Encenderemos como signo de espera gozosa, la tercera vela, color rosa, de la corona de Adviento.

IV DOMINGO.- el anuncio del nacimiento de Jesús hecho a José y a María.
En esta semana las lecturas bíblicas nos invitan a “Aprender de María y a aceptar a Cristo que es la Luz del Mundo”. Como familia debemos vivir la armonía, la fraternidad y la alegría que esta cercana celebración representa. Y aceptar a Jesús en los corazones, las familias y las comunidades. Encendemos la cuarta vela color morada, de la Corona de Adviento.

La Corona de Adviento

Tiene su origen en una tradición pagana europea que consistía en prender velas durante el invierno para representar el fuego del dios sol, para que regresara con su luz y calor durante el invierno. Los primeros misioneros aprovecharon esta tradición para evangelizar a las personas.

Los cristianos luteranos, al ver en Jesucristo el origen de la vida y luz espiritual, adoptaron este símbolo para expresar y vivir su fe en torno a la persona del Mesías.

El círculo no tiene principio ni fin. Es señal del amor de Dios que es eterno, sin principio y sin fin, y también de nuestro amor a Dios y al prójimo que nunca debe de terminar.
Recuerda en el color verde, la esperanza de la vida. Las cuatro velas que se colocan alrededor, significan la luz que disipan las tinieblas del pecado con la cercana llegada de Cristo a nuestro mundo.
Son tres de color morado, que hablan del deseo de conversión y una rosa que habla de la alegría vivida con María, por la inminente llegada de Jesús.
La vela blanca en el centro es la Luz de Jesús que con su nacimiento, viene a iluminar definitivamente la vida del hombre.

El listón rojo representa nuestro amor a Dios y el amor de Dios que nos envuelve.
Con alguna meditación y canto se enciende cada semana una vela en la espera del Salvador y la noche del 24 de diciembre con las cuatro velas encendidas, se enciende por último la vela blanca cantando villancicos y se “acuesta al niño Jesús” en el nacimiento.

La venida espiritual

En Cristo, el Hijo eterno, Dios ha aparecido entre nosotros en forma humana. E intenta entrar en lo más íntimo de nuestras vidas, a fin de compartir su vida con nosotros. Él
está a la puerta y llama, pero jamás forzará la entrada. La puerta que da acceso a nuestros corazones sólo puede ser abierta desde dentro.

Vigilar y orar

La vigilancia es una virtud importante que se tiene que cuidar. Vigilar significa vivir en el pensamiento de la segunda venida de Cristo. Debería ser una actitud en la mente constante que gobernará toda nuestra conducta en todo momento, pero especialmente apropiada durante el Adviento.

Esta actitud de vigilancia y de oración nos permite salir de la ansiedad, estar pacientes y pacíficos; y al mismo tiempo, lograr una postura de alerta.

Somos más fuertes con su espíritu, esperando que él, se nos de a conocer, entonces permitimos ser captados, conocidos y poseídos por Él.

miércoles, 9 de diciembre de 2009


Ante el aspecto de aquella noche tan maravillosa los pastores se impresionaron y se quedaron alrededor de sus cabañas mirando a todos lados. Entonces vieron maravillados la luz extraordinaria sobre la gruta del pesebre. Como al principio se asustaron los pastores, apareció un ángel ante ellos y les dijo:
“No temáis, pues vengo a anunciaros una gran alegría para todo el pueblo de Israel. Os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es Cristo, el Señor. Por señal os doy ésta: encontraréis al Niño envuelto en pañales, echado en un pesebre”. Entonces se oyeron los cantos de los ángeles alabando a Dios cantando: “Gloria a Dios en las alturas y paz en la tierra para los hombres de buena voluntad”.

Le dijo que conocía una gruta fuera de la ciudad, donde los pastores solían reunirse cuando iban a Belén con sus rebaños; que allí podrían encontrar siquiera un abrigo.
Frente a la entrada de la gruta, fue donde se encontraba la Virgen Santísima cuando nació de Ella la Luz del mundo en un pesebre. Delante del pesebre estaba sentada la Virgen con el Niño Jesús.

Llegada a Belén
José entró acompañado de María púes todos tenían que recibir el permiso para entrar en Belén.
María se quedó tranquila esperando. José buscaba inútilmente alojamiento entre las primeras casas. Hasta que volvió junto a María diciéndole que debían ir más adentro de la ciudad. Que paciente, que humilde y que resignada estaba María.

Partida de María y de José hacía Belén.

María iba sentada sobre la albarda del asno, cargado además con el equipaje, José conducía. Esa mañana salió La Sagrada Familia. Después de haber andado varias leguas. La Virgen desmontaba a ratos, siguiendo a pie algunos trechos, se detenían en lugares apropiados para tomar alimento y refrescarse y lavarse frecuentemente los pies. Era de noche cuando llegaron a una casa aislada, José llamó y le pidió hospitalidad; pero el dueño de casa no quiso abrir, aún con las explicaciones que José le dio. Respondiendo aquel hombre que su casa no era posada.
Los viajeros continuaron su camino, y entraron a un cobertizo cerca del cual habían visto detenerse a la borriquilla. Se hallaban entre Nazaret y Jerusalén. Allí rezaron, comieron y durmieron algunas horas.
En las últimas etapas del viaje, José se detuvo varias veces pues María estaba cada vez más fatigada. Siguiendo el camino indicado por la borriquilla.

La Anunciación del Ángel a José

El nacimiento de Jesucristo fue así: Su madre, María, estaba desposada con José; y antes de que se unieran, se halló que ella había concebido del Espíritu Santo. José, su marido, como era justo y no quería difamarla, se propuso dejarla secretamente. Mientras él pensaba en esto, he aquí un ángel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: "José, hijo de David, no temas recibir a María tu mujer, porque lo que ha sido engendrado en ella es del Espíritu Santo. Ella dará a luz un hijo; y llamarás su nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados." Todo esto aconteció para que se cumpliese lo que habló el Señor por medio del profeta, diciendo: He aquí, la virgen concebirá y dará a luz un hijo, y llamarán su nombre Emanuel, que traducido quiere decir: Dios con nosotros. Cuando José despertó del sueño, hizo como el ángel del Señor le había mandado, y recibió a su mujer. Pero no la conoció hasta que ella dio a luz un hijo, y llamó su nombre Jesús. (Evangelio Según San Mateo).



Segunda anunciación a José por el Ángel
José se hallaba en Jerusalén para tomar informes relativos a una percepción de impuestos que exigía la presencia de cada ciudadano en su pueblo natal. Atravesando la llanura de Kimki, casi llegando a Nazaret se le apareció un ángel, indicándole que partiera con María para Belén, pues allí era donde debía nacer el Niño. Le dijo que debía de llevar pocas cosas, el asno sobre el cual debía de ir María montada y que llevara consigo una borriquilla de un año que debía dejarla correr en libertad, siguiendo siempre el camino que el animal tomara.Ya en Nazaret, en la casa de Santa Ana, José le hizo conocer lo que el ángel le había ordenado la noche anterior. La Virgen sabía de antemano que el niño debía de nacer en Belén; pero por humildad no había hablado. Estaba enterada de todo por las profecías sobre el nacimiento del Mesías que ella conservaba consigo en Nazaret. Y aceptó con júbilo la voluntad de Dios, a pesar de la tristeza de Santa Ana, comenzó a prepararse para un viaje que había de ser muy penoso para ella, en su actual estado en aquella estación, pues el frío suele ser muy intenso en los valles entre cadenas montañosas.

Desarrollo del Nacimiento


Nacimiento de Jesús

Fecha de nacimiento de Cristo, tomando en cuenta la anunciación del Arcángel Gabriel a María que daría a luz un hijo que se llamaría Jesús. María fue de prisa a visitar a su prima Isabel, quien se encontraba en ese momento con la sexta semana de su embarazo, en la cuarta semana de diciembre del año 3 A. C. Si Jesús nació 280 días después, esto sitúa su nacimiento el 29 de septiembre, 6 A. C. (Juan I, 29-36).

Origen Histórico:

¿Por qué se celebra el nacimiento de Jesús el 25 de diciembre?
Hasta el siglo III no se tenían noticias sobre la fecha de nacimiento de Jesús. Los primeros testimonios de Padres y escritores eclesiásticos señalan diversas fechas.
Primer testimonio indirecto de la natividad de Cristo, lo propuso Sexto Julio Africano en el año 221.
La primera referencia directa de su celebración es la del calendario litúrgico filocaliano del año 354.
A partir del siglo IV, el día del nacimiento de Jesús es el 25 de diciembre que es cuando nació Cristo en Belén de Judea.

Origen Místico:

Una explicación sería que los cristianos optaron por el día 25 de diciembre porque a partir del año 274 se celebraba en Roma por el solsticio de invierno, el día del nacimiento del Sol invicto, la victoria de la luz sobre la noche mas larga del año. Se estableció por un paralelismo entre el nacimiento de Jesucristo y expresiones bíblicas como “Sol de Justicia” (Ma 4,2 y “Luz del Mundo” (Jn 1, 4ss.).

viernes, 4 de diciembre de 2009

Misa de Cristo Nacimiento de Jesus

Cuando José buscaba posada y nadie lo acogía, había una poderosa razón para que asi fuera. Esa razón era inefable. Que estaba por nacer El Rey de Reyes y una nueva visión de amor para el mundo. Por eso fue lejos donde tuvo que nacer, en El Belén, alejado de las ideas antiguas, de miedo, materia y odios, guerra y poder.

Aqui te presentamos un encuentro con Jesús y su nacimiento.